Esta obra supuso el remozado completo de una iglesia que presentaba numerosas patologías y deterioros. Se renovó por completo la cubierta, y se llaguearon las singulares fachadas de mampostería de pizarra, dejando la fábrica vista. Se reconstruyó el chapitel, que presentaba un estado de conservación preocupante, y se repararon las campanas y el reloj. En el interior, se restauraron los paramentos interiores, y se construyó una solera sobre la que se colocó una nueva solería, suscitando además un estudio arqueológico y antropológico previo. También se incluyó en esta intervención la restauración de la notable Puerta del Perdón.